De motivaciones
En ocasiones pierdo el rumbo, olvido la motivación. ¿Existió alguna vez? Y vuelve la pregunta a cada rato. Quiero volver al inicio, pero no sé de qué, porque al momento de escribir, lo anterior pierde sentido. ¿El pensamiento es más rápido que la escritura? Y escucho todo el ruido al rededor, solo ruido. Porque eso es. No existe fuera de mis pensamientos solo la concentración de mi mirada con la pantalla y las palabras apareciendo cada vez que oprimo cada tecla. Esto es un ejercicio, me lo repito uno y otra vez para regresar al motivo principal. "Solo fluir", me digo.
Y qué tal que no debiera estar aquí, que opté por la más equivocada opción. Quién puede saber. Estoy tan lejos del hogar, "¿lo estoy?". Cuál es ese hogar. Estoy tan lejos, pero a la vez estoy en el preciso lugar.