Al
ver el documental Los ladrones viejos
de Everardo González lo primero que se me viene a la cabeza es una pregunta,
¿vale la pena cualquier tema o cualquier personaje para ser abordado en un
documental o película de ficción? Pues si se realiza algo es porque al creador
le interesa dar a conocerlo, le gusta el tema o hay algo que le inquieta sobre
lo que pone en pantalla. En el caso de Los ladrones
viejos no me resulta claro cuál es la postura del autor, pues se aborda la
vida de personajes no gratos para la sociedad. De inicio, como se narra la
historia, se nos presenta a varios personajes que poco a poco nos van
descubriendo su oficio: ladrones.
Con una mezcla de imágenes de los años
sesentas se crea una atmósfera que nos sitúa en ese ambiente, que sirvió de
escenario para los ladrones cuando jóvenes. Las imágenes en su mayoría son en
blanco y negro y hacen contraste con la época actual de los protagonistas que
se ve en color. Pero conforme avanza la historia de cada uno, nos damos cuenta
que no todo es tan malo como pudimos pensar al inicio, pues vamos conociendo
poco a poco a los personajes y nos delatan lo que hay más allá de ser un simple
ladrón, lo humano, lo personal que sencillamente se identifica con todo el
mundo.
Desde la necesidad económica, que
generalmente los llevó a incursionar en este “oficio”, pues así lo llaman
ellos, un oficio como cualquier otro, hasta el puro gusto de quitar un poco a
quienes les sobra, muy al estilo Robin Hood, estos ladrones se reivindican un
poco casi al finalizar el documental, porque comprendemos que “el pasado siempre es mejor” incluso en la
delincuencia. Estas personas robaban sin hacer daño a sus víctimas, era como un
código de honor de la época. La comparación se hace con el tiempo moderno, en
el que la inseguridad y los robos casi siempre son a mano armada.
Si se trata de sacar algún tema de
este documental, encuentro que es el pasado como etapa mejor que el presente
siempre. El anhelo a volver al pasado incluso hablando de inseguridad, porque
en el pasado siempre es mejor, el bienestar sólo es una falacia, una promesa
que nunca llegará. Antes hasta los delincuentes eran decentes, cosa que hoy en
día no se puede concebir, ya que delincuencia es sinónimo de escoria social.
Y a pesar de anhelar ese pasado
glorioso, Everardo también nos muestra cómo los ladrones no actuaban solos,
sino que, como siempre, estaban coludidos con las personas que ejercían la
justicia. Sobornos, palancas, venganzas y pactos entre delincuencia y autoridad
existieron con esas grandes leyendas del robo y siguen existiendo.
Los ladrones
viejos
es un documental muy claro en cuanto a la estructura de la narración, hace uso
del testimonio y de imágenes de archivo para situarnos en una época gloriosa de
estos ladrones, también utiliza imágenes de la película El automóvil gris y recortes de periódicos que dan fe de los
acontecimientos. Su aporte también se
puede pensar como documento histórico, ya que plasma de viva voz un tema y
época que no es tan fácil de sacar a la luz, y en esto radica la hazaña del
cineasta: lograr capturar las imágenes del reclusorio, las entrevistas con
estos personajes y mostrar su faceta personal, mas no su arrepentimiento, pues
ellos se siente orgullosos de su oficio, se consideran únicos, buenos en lo que
hacen sin ejercer violencia.
Sin embargo, creo que se hace un uso
exagerado de las imágenes que apoyan los testimonios, en ocasiones parece que
las imágenes de archivo o periódicos son lo único que se pudo conseguir y no
hay cómo rellenar los huecos. Aunque a pesar de ello se logra contar una
historia redonda.
En mi opinión creo que se hace una
apología muy personal por parte de Everardo hacia los ladrones de antaño, como
una especie de figuras heroicas, al estilo del hampa de Estados Unidos de los
años veintes. Sin embargo, creo que es un documental parcial, pues no contamos
con la otra parte, la que fue robada. En general cuando se trata un tema de
rasgos éticos y morales me interesa ver la contraparte y no sólo quedarme con
una sola visión, considero que es en este aspecto que falla el documental.
En cuanto a aspectos físicos y
formales, creo que es un gran logro, pues hay valor para abordar temas donde se
juegan intereses de autoridades, aunque como ya pasó mucho tiempo de estos
sucesos, de la coalición entre delincuencia y seguridad pública, o las torturas
que se practicaban por los miembros del servicio secreto, tal vez ya no exista
tanto problema. Sin embargo, el hecho de afrontar temas polémicos para el
público, es un gran riesgo que el cineasta debe plantearse como una
posibilidad, pues si no no tendría caso hacer algo que no cuesta hacerlo.
El hecho de contar con este documental
aumenta las posibilidades de que nuevos cineastas también comiencen a
cuestionar e investigar los asuntos del pasado, que simplemente han quedado en
el olvido por descuido o intencionalmente para que la gente no se dé cuenta de
lo que acontece. Creo que faltan más documentales de este tipo, de mirar al
pasado para comprender el presente, tanto en asuntos públicos como privados.
Los
ladrones viejos cuenta con muchas líneas argumentativas que no todo mundo puede
recibir de la misma forma, se debe tener una mente abierta para entender a
todos los entrevistados y ponerse en sus zapatos, o bien, para desechar esta
idea y juzgarlos a la par de la justicia.
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